20 de marzo de 2009

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Anónimo dijo...

El ex presidente de Brasil José Sarney dedicó hoy un cálido discurso de despedida a Raúl Alfonsín, en el que definió al fallecido ex mandatario argentino como "uno de los hombres públicos más importantes de América".

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"Su coraje y su visión de estadista abrieron caminos para los cambios que marcaron profundamente no sólo a Argentina sino a toda América latina", reflexionó hoy Sarney, en el acto institucional de despedida a Alfonsín, en el Congreso Nacional.


Sarney, resaltó el lazo compartido con Alfonsín, que describió como una "amistad" consolidada "en un sentimiento definitivo".


El ex presidente brasileño se refirió a la "capacidad de liderazgo y simplicidad" y le endilgó los honores de haber sido quien más pasos dio en la década del 80 en pos de la "integración continental".


"Gracias a su decisión de cambiar su relación con Brasil fue posible cambiar las relaciones en América latina", sostuvo Sarney, para quien "hubiera sido un error histórico" fomentar la "competencia entre Brasil y Argentina".


Recordó que los "acuerdos de cooperación en el campo nuclear" firmados entre Argentina y Brasil durante ambas gestiones fueron parte de la "ingeniería política" que sirvió para "acabar con las desconfianzas".


"Nuestros países, con transparencia, frustraron cualquier aspiración de utilizar la energía nuclear para otros fines que no fueran los pacíficos", resaltó Sarney.


"Sin Alfonsín hubiera sido imposible la transformación que hoy existe", insistió el ex mandatario brasileño, quien, como ejemplo, reseñó que ambas presidencias sellaron los "acuerdos básicos que se transformaron en la construcción política" actual.


Sarney fue protagonista este mediodía del acto de despedida institucional a Alfonsín, como representante del presidente brasileño Lula Da Silva, y a la cabeza de la delegación que integraron también el ministro de Relaciones Exteriores, Samuel Gimaraz; y el embajador brasileño en Argentina.


El actual senador se definió como uno de los "mensajeros del pueblo brasileño" que vinieron ayer a Argentina para traer una "corona de flores de amistad de Brasil", que tiene también -según dijo- su "corazón herido" por la muerte de Alfonsín.


Hizo un repaso de las actividades compartidas con Alfonsín y destacó que "fue la fuerza de la amistad y el espíritu público" lo que los "unió siempre".


Dijo también que Alfonsín en algunos momentos recibió críticas de sectores políticos y militares "pero su coraje y su capacidad para enfrentar los desafíos eran mayores".


Por último, Sarney entendió que Alfonsín "entrará a la eternidad como el patriota de la honradez" y volvió a elogiar su "trayectoria, sus principios y sus valores morales".


Dijo tener "el orgullo de haber disfrutado de su estímulo" y que el entierro de Alfonsín quedará sepultado "un patrimonio no sólo de Argentina sino de otros países".


"Abogado de la libertad", "defensor fanático de la causa a favor de derrumbar todas las dictaduras de América del Sur", "idealista padre de la nueva democracia" y "orgullo de su pueblo", fueron algunos de los conceptos que Sarney dedicó a Alfonsín.


Sarney resaltó finalmente: "Fuimos compañeros de tantas luchas que luchamos sin armas, pero con mucho trabajo: Adiós Raúl".